lunes, 27 de enero de 2014

AMOR ES TODO LO QUE NECESITAS

Año. 2012
País: Dinamarca, Suecia
Dirección: Susanne Bier
Intérpretes: Pierce Brosnan, Trine Dyrholm
Guión: Anders Thomas Jensen
Música: Johan Södergvist
Fotografía: Morten Soborg

Cuando parece a punto de ganar la dura batalla contra el cáncer, Ida sufre un inesperado revés al descubrir in fraganti a su marido con otra. A pesar de la desesperación que le invade, decide acudir como tenía previsto a la boda de su hija en la pequeña ciudad italiana de Sorrento. Mientras conduce al aeropuerto colisiona con el coche de un amargado individuo. Resulta ser Philip, el padre del novio, un hombre amargado por la pérdida de su esposa, por el que sin embargo Ida empezará a sentirse atraída durante los preliminares de la ceremonia.

Sinceramente sorprende la benevolencia con que la crítica trata a esta película, con situaciones tópicas hasta la simpleza y a veces, incoherentes e imposibles. Quizás, sin embargo, lo que llame más la atención es el personaje de la madre, que parece no aclararse en absoluto: primero odia a su marido por su infidelidad, después le acepta cunado le pide perdón y quiere recomenzar y al final se va con Philip, que parece ser su "príncipe azul", un poco madurito, eso sí .

¡Que interesante sería ver una película de "segundas oportunidades"...pero con la misma mujer o con el mismo hombre!. A una mujer le traiciona el marido, pero en vez de irse con otro, decide reconquistarle. Y al revés. Es una tarea difícil y costosa, pero me encantaría que Susanne Bier, una directora tan competente, nos contara una historia de ese estilo, no este pastiche de colores, "made in Hollywood" con toques europeos.


lunes, 20 de enero de 2014

EL HOMBRE QUE SUSURRABA A LOS CABALLOS


Año de producción:1998
Pais: EEUU
Dirección: Robert Redford
Intérpretes: Robert Redford, Kristen Scott Thomas, Sam Neill, Scarlet Johansson, Dianne West, Chris Cooper, Cherry Jones, Kate Bosworth
Argumento: Nicholas Evan (novela)
Guión: Eric Roth, Richard LaGravenese
Música: Thomas Newman, Gwil Owen
Fotografía: Robert Richardson

Dos adolescentes sufren un accidente mientras montan a caballo. Una muere. Grace, la otra, pierde una pierna y queda muy traumatizada. Sus padres, que no se llevan muy bien, no saben que hacer para que la chica recupere la alegría. Hasta que Annie, la madre, toma una drástica decisión: deja temporalmente su trabajo en una revista y se lleva a su hija y al caballo (éste se encuentra en estado semisalvaje desde el accidente) a Montana. Allí vive Tom Booker, un célebre cuidador de caballos.
Una de las historias de la película es la del enamoramiento de los dos protagonistas, Annie y Tom, tratado con mucha superficialidad y sentimentalismo. Porque la realidad es que el personaje protagonizado por Robert Redford sabe que  está cometiendo una injusticia con el marido de la protagonista. Y que, al mismo tiempo, traiciona a la hija de ambos, a quien dice querer. Peor parada sale la protagonista. Sus sentimientos parecen una veleta. Considera positivo dejar a su marido –un buen hombre y un buen marido- y a su hija por un enamoramiento que se antoja superficial. Por otro lado, de la misma manera que deja de estar enamorada de su marido, ¿cuanto tardaría en dejar de estarlo del hombre que susurraba a los caballos?. Además, una mujer tan activa y tan urbana como es, ¿iba a aguantar estar en el rancho?.
Al final la sensatez y la realidad se imponen y Annie vuelve con su marido. Esperemos que, al mismo tiempo, esta “crisis sentimental” le ayude a madurar en su relación conyugal y sea consciente de lo que tiene.

Al ser una película “new age” falta la necesaria referencia a Dios para entender bien la necesidad de la indisolubilidad en el matrimonio. Este aparece como signo visible de la unión de Cristo con la Iglesia. Ciertamente que los no cristianos no conocen este punto de referencia que ayuda a vivir esa indisolubilidad. Aún así, hay muchos matrimonios no cristianos que la viven, porque cualquier matrimonio implica una entrega total y en esa “totalidad” está el “para siempre”, la aceptación de la persona del otro cónyuge “en la salud y en la enfermedad, en la buena y en la mala suerte”. No obstante, la falta de referencia  religiosa en este punto puede hacer que haya situaciones de crisis que no se superen.

lunes, 13 de enero de 2014

LA PARTE DE LOS ANGELES

Año: 2012
País: Reino Unido, Francia, Bélgica, Italia
Dirección: Ken Loach
Intérpretes: Paul Brannigan, John Henshaw, Gary Maitland, Jasmin Riggins, William Ruane, Roger Allam, Siobhan Reilly
Guión: Paul Laverty
Música: George Fenton
Fotografía: Robbie Ryan
 
La acción transcurre en Glasgow, donde varios jóvenes son condenados a cumplir horas de servicios comunitarios por diversos motivos. Un borracho de pocas luces que saltó a las vías del tren cuando iba como una cuba, una cleptómana y diversos perdedores se ven obligados a pintar, recoger basuras y realizar diversas tareas a las órdenes de Henri, un educador aficionado a la cata de whisky de calidad. Henri prestará especial apoyo a Robbie, un joven de baja estatura pero extremadamente violento, que a punto de convertirse en padre está deseando regenerarse, pero topa con todo tipo de problemas, entre ellos la oposición firme del progenitor de su novia, que no quiere ni verle.
 
Frente a tantas películas de treintañeros incapaces de asumir responsabilidades como marido/mujer, padre/madre, siempre viene bien comprobar que efectivamente es posible lo contrario. Robbie es un perdedor y un impresentable, pero ante el nacimiento de su hijo asume que tiene que sacar adelante a su hijo y a su pareja. Pasa de la irresponsabilidad más total a ser un hombre que sabe que ya no está solo en el mundo y que de él dependen otras personas. Ello le lleva a reformar su vida y a cambiar radicalmente. Podremos discutir si los medios son los más correctos (la estafa, divertida por otro lado, del whisky) pero nos quedamos con la necesidad de sacar adelante a su familia que va a madurar a Robbie.
 
Pero tiene también otros valores. Por un lado, el agradecimiento, en cuanto que Robbie no se olvida del papel tan importante que ha jugado Henri en su transformación. Y además, el enorme dolor que le va causar comprobar la consecuencia de sus acciones, porque verá el sufrimiento de la víctima a la que apaleó simplemente porque iba lleno de coca y no sabía lo que hacía. Muy benévolo fue el juez que le condenó sólo a trabajos comunitarios y no a pena de cárcel.

lunes, 6 de enero de 2014

(500) DIAS JUNTOS

Año: 2009
País: EEUU
Dirección: Marc Webb
Intérpretes: Joseph Gordon-Levitt, Zooey Deschanel, Geoffrey Arend, Chloë Grace Moretz, Matthew Gray Gubler, Patricia Belcher, Rachel Boston, Minka Kelly
Guión: Scott Neustadter, Michael H. Weber
Música: Mychael Danna, Rob Simonsen
Fotografía: Eric Steelberg

"Chico conoce chica. El se enamora. Ella no". Así de simple reza el tagline de (500) días juntos. Y es justamente eso: el amor y el desamor, las cuitas provocadas por las misteriosas relaciones entre los seres humanos, difíciles sobre todo cuando no se comparten ni el mismo enfoque ni la meta a la que se dirigen. En el fondo, el planteamiento viene a desentrañar dos visiones del mundo: la de los que creen en el amor, en el destino, en un porqué de la existencia; y la de los que no creen en absoluto que la palabra amor signifique algo, la de los que opinan que todo es casualidad, mero azar sin paliativos.

Tom es el joven  que se enamora de Summer, una chica que conoce en su trabajo. El es idealista, romántico, capaz de caer hechizado al primer vistazo de la mujer de sus sueños. Ella es práctica, vital, divertida y poco dada a crear fantasías de princesa. Ambos se gustan y el espectador contemplará su historia: el encuentro, los días y días que pasan juntos, las conversaciones, las miradas, las tonterías, las risas, el sexo, las riñas, las dudas. Pero ella no busca nada serio, sino aventura y pasárselo bien, ningún compromiso. El no, busca algo formal y con quien realmente estar toda su vida. Aunque ella solo ve a él como un amigo, cosa que Tom no entiende: unos amigos no se besan, no se cogen de la mano y ni siquiera mantienen sexo.

Pocas veces se ve una película que retrate mejor el desamor: el que te ilusionen, te hagan especial y luego te dejen, te tiren como un pañuelo usado.

Ella comete tres actos de crueldad intolerable, que se ven en tres detalles muy significativos:
1. Cuando una mujer independiente percibe que un "amigo especial" se está enamorando perdidamente de ella, debería echar el freno. Summer no lo hace y ello constituye un acto de crueldad intolerable.
2. Cuando una mujer independiente se lleva a un "amigo especial" a Ikea para pasear agarraditos de la mano y retozar en las camas de exposición es porque quiere dejar de ser independiente y convivir juntos. Summer hace esto mismo sin la menor intención de asentar su relación de pareja y ello constituye un acto de crueldad intolerable.
3. Cuando una mujer independiente presume de independiente y se lía con el primero que pasa dejando más tirado que una colilla a un "amigo especial" que lleva 500 días soportando sus caprichos e incongruencas es porque es mujer, de superficial que es, es cruel.

Summer alega a Tom que se ha casado con otro porque sentía por éste "algo" que no sentía por Tom. ¿Que pasará el día en que deje de "sentirlo"?. Porque eso pasará. Summer se mueve al viento de sus caprichos. Estos aparecen y desaparecen. ¿Se puede fundamentar un matrimonio en tales arenas movedizas?.