lunes, 2 de febrero de 2015

EL PASADO

Año: 2013
País: Francia
Dirección: Asghar Farhadi
Intérpretes: Bérénice Bejo, Tahar Rahim, Babak Karimi, Ali Mossaffa, Pauline Burlet
Guión: Asghar Farhadi
Fotografía: Mahmoud Kalari

Ahmed, de nacionalidad iraní, llega a París, donde le aguarda su ex-mujer Marie, francesa, para que le firme los papeles del divorcio tras cuatro años de ausencia. Aunque hay algo más. Ella desea que hable con su rebelde hija adolescente Lucie, fruto de otro matrimonio, y con la que él se lleva bien. Además ha previsto que se aloje en su casa, donde se va a enterar que Marie mantiene una relación con otro hombre, Samir, padre de un niño y cuya esposa se encuentra en coma.

Buena película de este gran director iraní, en la línea de "Nadir y Simin, una separación". Farhadi logra dibujar con maestría las heridas de los hogares rotos, la marca profunda que deja la infidelidad, el sufrimiento de los más vulnerables, los hijos, sobre todo si se encuentran en la adolescencia.

La familia que nos presenta la película está totalmente desestructurada, tanto física como mentalemente. Ahmad es el ex-marido de Marie y viene a firmar el divorcio, ya que ella va a casarse con  otro hombre, Samir. Pero Marie no ha logrado olvidarle (¿cómo lo va  a olvidar?. Romper el matrimonio es rajarse a sí mismo: una sola carne, dijo la Biblia en su momento). Marie tiene dos niñas, la adolescente Lucie y la pequeña Lea, de distintos padres (ninguno es Ahmed) y Samir sería su tercer matrimonio, quien a su vez tiene un hijo pequeño, Fouad, cuya madre (esposa de Samir) se encuentra en coma por intento de suicidio.

Película triste con personajes inestables emocionalmente, que sólo saben jugar con sus pasiones, y que olvidan que hay seres inocentes que sufren  como consecuencia de decisiones que toman sólo pensando en sí mismos. En primer lugar, la mujer de Samir, que intenta suicidarse al enterarse de la infidelidad de su marido con Marie, que aparece retratada en la película como una persona inestable. ¿De verdad el dejarse llevar por la pasión, olvidando la razón y la justicia que debe a su mujer, le servirá a Samir de justificación?. Al fin y al cabo, podría decir que por qué voy a seguir con alguien a la que no quiero. Si se suicida es problema suyo. Pero en la película resulta, además, que sigue queriendo a su mujer. Ha sido irracional en su pasión por Marie y ha destrozado dos vidas: la de su mujer y la de su hijo Fouad.

Su hijo Fouad es un niño digno de lástima. Se le ve totalmente desubicado y necesitado de cariño. Le falta el cariño de su madre-en el hospital en coma, por culpa de su padre- y la nueva pareja de su padre, Marie, es incapaz de dárselo. A este niño le faltan auténticos referentes paternos y maternos. Su padre no puede dárselos porque no es creíble y su madre menos, porque está en coma. También da pena la adolescente Lucie. Está ya muy cansada de las numerosas parejas maternas que han pasado por su casa y, por este motivo, ya no quiere vivir en ella.

Nadie es inocente en las relaciones humanas y los damnificados suelen ser los niños y los adolescentes que intentan entender el laberinto de pasiones, egos, venganzas y demás miserias de unos adultos que siguen siendo inmaduros, incapaces de una relación de verdad, pero que sólo se mueven por los vientos de sus pasiones y sus deseos.