lunes, 4 de julio de 2016

NO ES MI TIPO-Pas son genre

Año: 2014
Países: Bélgica, Francia
Dirección: Lucas Belvaux
Intérpretes: Émilie Dequenne, Loïc Corbery, Sandra Nkake, Charlotte Talpaert, Anne Coesens, Daniela Bisconti, Didier Sandre, Martine Chevallier, Florian Thiriet, Annelise Hesme, Amira Casar
Argumento: Philippe Vilain (novela)
Guión: Lucas Belvaux
Música: Frédéric Vercheval
Fotografía: Pierric Gantelmi d`Ille

Clement, un joven profesor de filosofía, es enviado de Paris a Arrás por un año, donde conoce a Jennifer, una guapa estilista que se convierte en su amante. Pero la diferencia social y cultural entre ellos es muy pronunciada.

Las compatibilidades y dificultades de las relaciones entre hombre y mujer son un tema que interesa al actor y director belga Lucas Belvaux, creando en esta película dos personajes que parecen arquetipos del hombre y la mujer. Esta es más cuidadosa y sensible frente al amor, aquel tiende a ser más despreocupado y cínico.

Jennifer es una mujer vitalista, de naturaleza alegre y positiva, que espera el amor verdadero. Clément es todo lo contrario, filósofo reconcentrado, para quien el amor no es sino atracción carnal, vacío de compromiso y entrega. Ella se da del todo y quiere un compromiso estable. El huye como la peste de esta palabra. Lógicamente, ella, que lo ha dado todo, le deja. Y él se queda encerrado en su Kant y en su egoísmo. No quiere compromisos, no quiere hijos, no quiere sufrimientos. Y tiene el destino de todos aquellos que giran en torno a sí mismos, sin darse para hacer felices a los demás, en este caso, a Jennifer:  Que nadie quiere saber nada de ellos, que terminan hastiando a los demás.

Entre los dos hay muchas diferencias: culturales, de posición. Pero ese no ha sido el problema. Hay muchos matrimonios en que se dan estas diferencias y son muy felices. Ella hubiera sabido quien es Kant y él habría aprendido a disfrutar con el karaoke. Lo que no cabe duda es que él habría salido ganando, porque ella le habría puesto los pies en la tierra y le hubiera enseñado a disfrutar de tantas cosas de la vida. Pero él se lo perdió por no saber entregarse, por ser incapaz de ir más allá de su propio ombligo.