lunes, 31 de julio de 2017

LA LUZ ENTRE LOS OCEANOS-The Light Between The Oceans

Año: 2016
País: EEUU
Dirección:Derek Cianfrance
Intérpretes: Alicia Vikander, Michael Fassbender, Rachel Weisz, Caren Pistorius, Emily Barclay, Anthony Hayes, Leon Ford, Benedict Hardie, Jack Thompson, Thomas Unger, Bryan Brown, Jane Menelaus, Garry McDonald, Elizabeth Hawthorne
Argumento: M.L. Stedman (novela)
Guión: Derek Cianfrance
Música: Alexandre Desplat
Fotografía: Adam Arkapaw

Australia, 1926. Un bote encalla en una isla remota y a su encuentro acuden el farero Tom Sherbourne (Michael Fassbender) y su joven esposa Isabel (Alicia Vikander). En el interior del bote yacen un hombre muerto y un bebé que llora con desesperación. Tom e Isabel se quedan con el niño y deciden criarlo sin informar a las autoridades. Todo se complica cuando descubren que la madre biológica del bebé (Rachel Weisz) está viva.

Buena película donde se indaga en los sentimientos más hondos del corazón humano, capaces de generar enormes conflictos y también acciones de impresionante generosidad. En este caso, unido al amor conyugal se alza imponente el instinto de maternidad, una fuerza femenina de tal magnitud que es capaz de arrastrarlo todo a su paso. ¿Tenemos derecho a quedarnos con la niña?, es la pregunta que se hace sobre todo Tom, pero, a la vez, dispuesto a arrostrarlo todo por su mujer.

El final resuelve el dilema. La niña vuelve a su madre y ellos pasarán unos años en la  cárcel. Isabel muere y Tom queda solo, sin haber vuelto a ver jamás a aquella niña. Pero al final ,ya mayor, ella va a verle y darle las gracias de cómo la cuidaron, pero ha encontrado su sitio: junto a su madre. Pero le ha perdonado, como también le ha perdonado su madre. Pero su amor es para su madre. Lo que Isabel y Tom hicieron lo podemos entender, pero no justificar. Fue inconsciencia, ignorancia y ceguera. Respondieron ante los hombres, y Dios les perdonó, aunque Isabel, como se ve en el momento de su muerte, nunca se autoperdonó. Pero la realidad pura y dura es que robaron a una niña que no era suya y condenaron a una mujer a la soledad, el desamparo y el dolor.

Es una gran película sobre el amor conyugal. Hay un gran amor entre los cónyuges, aunque ciertamente se les ve solo en los primeros meses de matrimonio. Para Isabel, el haber encontrado a la niña supone la plenitud de ese amor, el llenar aquellas ansias de maternidad. Para él, junto al amor que indudablemente tiene a la niña, destaca el deseo, por encima de todo, de hacer feliz a su mujer. Sin embargo, ese amor se ve continuamente corroído por el remordimiento de haber quitado  la niña a su madre y hace que, al final, él mismo descubra la impostura y esté dispuesto a cargar sobre sí todas las culpas. Ella no puede entender, al principio, que es lo que ha hecho su marido-por qué lo ha denunciado-, pero, al final, es plenamente consciente de lo que han hecho y reconoce también su parte de culpa y sigue la suerte de su marido, aunque nunca, como he dicho, se autoperdonó, como se ve en la escena final de la muerte, cuando su marido le dice que Dios ya la ha perdonado y que ella debe también perdonarse.

Interesante debate ético en una película que es un auténtico drama romántico, con una interpretación de los actores que brilla a gran altura.

lunes, 24 de julio de 2017

MANCHESTER FRENTE AL MAR-Manchester by the Sea

Año: 2016
País: EEUU
Dirección: Kenneth Lonergan
Intérpretes: Casey Affleck, Michelle Williams, Kyle Chandler, C. J. Wilson,, Lucas Hedges, Heather Burns, Tate Donovan, Jami Tennille, Josh Hamilton, Matthew Broderick, Gretchen Moi, Kara Hayward, Anna, Baryshnikov, Ruibo Qian, Liam McNeill, Tom Kemp.
Guión: Kenneth Lonergan
Música: Lesley Barber
Fotografía: Jody Lee Lipes.

La historia de los Chandler, una familia de la clase obrera afincada en Massachusetts. Después del fallecimiento repentino de Joe (Kyle Chandler), el hermano mayor de Lee (Casey Affleck), este se convierte en el tutor legal de su sobrino (Lucas Hedges). De pronto, Lee se ve obligado a enfrentarse a un pasado trágico que le llevó a separarse de su esposa Randi (Michelle Williams) y de la comunidad en la que nació y creció.

Muy hondo y desolador drama  con un universo narrativo familiar: los lazos familiares, la muerte, la culpa y las dificultades para reencontrar el rumbo cuando todo se ha hecho añicos. Película dura pero con personajes con los que nos sentimos identificados en su dolor y en su tragedia. Es una película donde la malla vital de todos los protagonistas-especialmente del protagonista y su sobrino-es la familia. Sin ella, el mundo es un lugar terrible donde no se podria aguantar la inmensa tragedia que tuvo lugar en el hogar de Lee y Randi.

Lee es un hombre bueno, que cometió en su momento un tremendo error que le hizo perder a su familia y a su esposa. A partir de ese momento, es un hombre roto por el dolor, vacío por dentro y lleno de culpa. Como es una película en que falta el perdón de Dios, la amargura de Lee es inmensa. No se puede perdonar a sí mismo. Incluso cuando su mujer le pide perdón por las cosas tan durísimas que le dijo por el error cometido que llevó a la muerte a sus hijos, le es imposible acercarse a ella. Esta es una de las grandes escenas de la película. Lee es una persona que ha vivido en el infierno  y apenas se entrevé una salida. Quizás si hubiera aceptado la tutela de su sobrino, quizás si hubiera aceptado la invitación a comer de su mujer,  se podría entrever algo de redención. Pero se niega a ir por esas vías. Y, es que en definitiva, sólo alcanzará la paz cuando encuentre el perdón de Dios. A partir de ahí, podrá perdonarse lo que hizo. Mientras tanto, seguirá siendo un hombre bueno que se mueve en un círculo de amargura y culpa.