lunes, 25 de febrero de 2019

NOCHE DE JUEGOS-Game night

Año: 2018
País: EEUU
Dirección: John Francis Daley, Jonathan Goldstein
Intérpretes: Jason Bateman, Rachel McAdams, Jesse Plemons, Michael C. Hall, Chelsea Peretti, Billy Magnussen, Danny Huston, Kyle Chandler, Kylie Bunbury, Sharon Horgan.
Guión: Mark Pérez
Música: Cliff Martínez
Fotografía: Barry Peterson

Max y Annie son una pareja que queda todas las semanas con sus amigos para celebrar una noche de juegos. Y en esta ocasión la velada se pone especialmente interesante porque Brooks, el carismático hermano de Max, organiza una fiesta en la que hay que resolver un asesinato con falsos matones y falsos agentes federales., 

Es una película sin pretensiones, donde obviamente los actores, especialmente la pareja protagonista, se lo han pasado muy bien. Pero tiene algo interesante que de alguna manera constituye el sustrato de la película: la necesidad de las relaciones fraternales. Max tiene una envidia patológica de su hermano Brooks, a quien considera un triunfador. A pesar de ello y del riesgo que supone, cuando su hermano es secuestrado, no duda en acudir al rescate. Más tarde descubre que su hermano en realidad era un perdedor. Pero para Max su hermano es su hermano. Una vez más la familia aparece como el mejor ambiente para las personas. Y fuera de la familia uno está como en el espacio frío, donde morirá por falta de oxígeno, en este caso, por falta de afecto y cariño.

Por lo demás, se agradece que el humor de las situaciones disparatadas y extremas de la película sea un humor limpio, sin uso de los recurrentes chistes sobre sexo o temas escatológicos que pretenden arrancar risas. Por el contrario, en esta película el espectador se va sorprendiendo con  cada escena, ninguna situación es previsible y el ritmo muy adecuado. Es agradable que aunque sin pretensiones, pretende hacer reír con inteligencia sin necesidad de acudir a  zafiedades de ningún tipo.

lunes, 11 de febrero de 2019

ALGO CELOSA-Jalouse

Año: 2017
País: Francia
Dirección: David Foenkinos, Stéphane Foenkinos
Intérpretes: Karin Viard, Dara Tombroff, Anne Dorval, Thibault de Montalembert, Bruno Todeschini, Marie-Julie Baup, Corentin Fila, Anaïs Demoustier, Xavier de Guillebon, Eva Lallier, Thérèse Roussel, Sreypeich Bensimon
Guión: David Foenkinos, Stéphane Foenkinos
Fotografía: Guillaume Deffontaines

Nathalie Pécheux es una maestra que experimentará una enorme transformación a raíz de su divorcio. De ser una mujer equilibrada y cuidadosa, se convertirá en una persona celosa y maniática.

Agradable comedia francesa (con tintes de drama) a la que sólo cabe reprocharle que sea eso: agradable. Porque plantea cuestiones muy interesantes en las que se podría haber profundizado un poco más. Siempre me ha llamado la atención que el único campo donde parece que el dolor no cuente es el del divorcio. Los padres se divorcian, no cuenta el tremendo dolor que puedan tener los hijos. Porque los hijos quieren a sus padres, pero no individualmente, sino juntos. O el dolor del cónyuge a quien el otro ha abandonado.

Aquí es el marido el que se ha divorciado de la mujer. Y, aunque no queda del todo claro que la razón sea el divorcio (es un fallo del guión), la transformación de ella es total. El matrimonio le daba seguridad y armonía. El divorcio la ha transtornado, por completo, convirtiéndola en una persona incapaz de soportar la felicidad de los demás e insoportable. Es posible que antes del divorcio su carácter fuera un poco difícil, como insinúa el marido. No haberse casado con ella. Pero si se hace, los compromisos del matrimonio abarcan lo bueno y lo malo, las virtudes y los defectos del otro cónyuge. ¿Que ésto no es fácil?. Por supuesto. Pero lo que vale la pena cuesta. Y el matrimonio vale la pena.