lunes, 7 de diciembre de 2020

PROXIMA- Proxima

 Año: 2019

Países: Alemania, Francia

Dirección: Alice Winocour

Intérpretes: Eva Green, Matt Dillon, Lars Eidinger, Nancy Tate, Aleksey Fateev, Marc Fischer, Zélie Boulant, Sandra Hüller, Jan Oliver Schroeder, Vitaly Jay, Birger Frehse

Guión: Alice Winocour

Música: Ryuichi Sakamoto

Fotografía: George Lechaptois

Sarah es una astonauta francesa que se entrena en la Agencia Espacial Europea en Colonia. Es la única mujer dentro del exigente programa. Vive sola con Stella, su hija de siete años. Sarah se siente culpable por no poder pasar más tiempo con la niña. Cuando Sarah es elegida para formar parte de la tripulación de una misión espacial de un año de duración llamada Proxima, se produce el caos en la relación entre madre e hija.

Es grato poder ver películas sobre misiones espaciales que no sean norteamericanas. Y en esta se pone en valor que uno de los astronautas sea mujer, en un mundo masculino. Como pasa en los entornos donde los hombres predominan, las mujeres tienen que hacer el doble de esfuerzo que sus colegas masculinos para ser valoradas y apreciadas. (¡Turista espacial!, le llama el astronauta norteamericano al principio, aunque al final, viendo su esfuerzo y dedicación termina valorándola en su justa medida).

El otro tema es la distinta valoración de la relación entre padres e hijos que se desprende de la película. En ella la directora explicita el sentimiento de culpabilidad de Sarah ante el hecho de tener que dejar a su hija con su padre. Si hubiera sido al revés, es decir, si hubiera sido un hombre el astronauta y hubiera dejado la hija con su madre, ¿ésto se hubiera planteado en la película?. Lo dudo. Es más, en la película, el resto de los astronautas, hombres, viven más despreocupados por sus hijos, asumiendo la distancia y el tiempo que van a pasar sin verlos.

En cualquier caso, queda claro que la hija, aunque echa mucho de menos a su madre, se encuentra perfectamente bien con su padre. También sucede que mientras la hija vivía con su madre, el padre-ambos están separados- la atiende poco por su trabajo. Cuando pasa a ocuparse de ella, en ausencia de la madre, pasa a atenderla con dedicación, restringiendo sus propias ocupaciones.

Hay, no obstante, un borrón negro en la película inexplicable. Al final de la película, en plena cuarentena, la astronauta se escapa para llevar a su hija a ver el cohete juntas antes de despegar. Ello supone poner en peligro la misión y una falta de profesionalidad monumental, por ceder ante el sentimentalismo de la promesa que la astronauta hizo a su hija de ver el cohete. Nadie se da cuenta pero el error de la astronauta es grande.