lunes, 2 de octubre de 2017

DESPUES DE LA TORMENTA (AFTER THE STORM)-Umi yori mo mada fukaki

Año: 2016
País: Japón
Dirección: Hirokazu Koreeda
Intérpretes: Kirin Kiki, Hiroshi Abe, Riri Furanki, Yoko Maki, Sosuke Ikematsu, Satomi Kobayashi, Isao Hashizume, Taiyo Yoshizawa
Guión: Hirokazu Koreeda
Música: Hanaregumi
Fotografía: Yutaka Yamazaki

Ryota vive en el pasado, en sus momentos de gloria como premiado autor. Despilfarra el dinero que gana trabajando de detective privado y apenas le llega para pagar la pensión alimenticia de su hijo. Su padre muere, y tanto su madre como su ex mujer parecen superarlo. Ryota intenta retomar las riendas de su vida y hacerse un hueco en la de su hijo, hasta que una noche de tormenta les da la oportunidad de reunirse.

Hirokazu Koreeda nunca defrauda. Se puede decir que esta película es una pequeña joya. Atrapa la naturaleza humana con delicadeza y conocimiento creciente de cómo somos las personas, parece que los años le hacen aún más sabio.

De la película, en lo que a este blog atañe, quisiera resaltar la relación entre Ryota y su ex-mujer. Se quieren -es obvio- pero se han divorciado. Parece una contradicción. No nos dice el director la razón del divorcio. Su ex-mujer insinúa que el protagonista está imposibilitado para formar una familia. Pero no nos dice la causa de esa imposibilidad. Lo que sí tengo claro es que ante la pregunta de si quererse y divorciarse es una contradicción, la respuesta es que no. Ella le quiere a él -ya digo que es evidente- pero se ha cansado de él. ¿Esperaba más de él, como si fuera una especie de príncipe azul de los cuentos? ¿Se ha hartado de convivir con él, por el motivo que sea?. No se sabe porque el director no nos lo dice.

En cualquier caso, entra dentro del sí conyugal la posible desilusión por su cónyuge, el cansancio de la convivencia diaria, y todo lo que se quiera para el futuro.Si eso no lo sabía esa mujer cuando se casó, es  que era un poco inmadura. No obstante, hay  que contar con que, efectivamente, en el futuro, por el motivo que sea, llegue el desgaste de la vida conyugal. Pero se equivoca ella si piensa que va a arreglar su situación personal buscando otra pareja: el amor por Ryota sigue ahí y, con toda probabilidad será desgraciada en una segunda relación. ¿Debería darle otra oportunidad a Ryota, que la está buscando y que, además, desea el hijo de ambos?. Pues a lo mejor sí. Pero con más madurez. Tiene que aceptar a Ryota tal como es. Y Ryota, por  su lado, en lo que sea, que no lo sabemos, tiene que cambiar. Debe volver a conquistar a su mujer.

Una vez más, aparece la idea de que el amor, como sentimiento, es insuficiente en el matrimonio. O dicho de una manera más positiva, ese amor tiene que madurar y eso es el día a día. El aceptarse ambos cónyuges como son y buscar siempre, en la lucha y estrés diario, aquellos detalles que alimentan el amor con que empezaron con tanta ilusión su matrimonio.


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