lunes, 15 de septiembre de 2014

TOCANDO FONDO

Año: 2012
País: EEUU
Dirección: James Ponsoldt
Intérpretes: Mary Elizabeth Winstead, Aaron Paul, Nick Offerman, Megan Mullally, Octavia Spencer, Mary Kay Place, Kyle Gallner, Mackenzie Davis
Guión: James Ponsoldt, Susan Burke
Música: Andy Cabic, Eric D. Johnson
Fotografía: Tobías Datum

Kate (Mary Elizabeth Winstead) y Charlie (Aaron Paul) son una pareja joven casada cuya relación está cimentada en un amor mutuo por la música, la risa y la bebida...sobre todo la bebida. Cuando la bebida le pasa factura a Kate y su trabajo como maestra corre peligro, decide unirse a Alcohólicos Anónimos y dejar la bebida. Con la ayuda de su nueva amiga y mentora, Jenny (Octavia Spencer), y el subdirector de la escuela, el Sr. Davis, Kate toma los pasos necesarios para mejorar su salud y su vida. Pero dejar el alcohol no le resulta tan fácil como había pensado y, entre otras cosas, se cuestiona su relación con Charlie.

Algunas cosas a resaltar en la relación entre Kate y Charlie mientras dura la rehabilitación, que llevará finalmente a la ruptura. Charlie se equivoca: no apoya a su mujer mientras dura el proceso e incluso le dice a un amigo que su mujer ha tomado droga aunque sea en una sola ocasión. Se olvida que aceptó a su mujer a las duras y a las maduras. Ahora tocan las duras. Todo ello hace que Kate se desilusione profundamente y le abandone.

Sin embargo, Charlie le pide perdón y quiere que vuelva con él. Ella no le perdona. Y aquí está su error. Es posible que el amor que se habían tenido fuese superficial, o que Charlie no haya actuado bien. Pero la petición de perdón de Charlie muestra que su amor ha madurado, sabiendo por otro lado que un alcohólico siempre tiene la posibilidad de recaer. Ello a Charlie no le importa. Podrían entonces construir su matrimonio con bases ya más  sólidas, fundamentadas en la entrega, y no en la música o en la diversión.

Pero Katie no le quiere dar esa oportunidad. Perdonar es difícil, porque hay que superar el propio orgullo herido, la vanidad maltratada, la desilusión causada. No en vano, perdonar es divino. Sin embargo, Katie olvida que también su marido tiene defectos y que le tiene que querer con los mismos, que tiene una ocasión de oro de empezar otra vez su relación con bases hondas, y que la desilusión no es suficiente razón para denegarle el perdón. Esa desilusión se hubiera producido en cualquier momento de su matrimonio porque forma parte de cualquier convivencia. A Katie le sobra orgullo herido y le falta madurez.

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