lunes, 28 de agosto de 2017

TRES CORAZONES-3 coeurs

Año: 2104
Países: Alemania, Bélgica, Francia
Dirección: Benoît Jacquot
Intérpretes: Charlotte Gainsbourg, Catherine Deneuve, Chiara Mastroianni, Benoît Poelvoorde, Thomas Doret, Francis Leplay, André Marcon, Patrick Mille, Cédric Vieira
Guión: Benoît Jacquot
Música: Bruno Coulais
Fotografía: Julien Hirsch

En una ciudad de provincias, Marc pierde el tren a Paris y conoce a Sylvie. Pasean por la ciudad hasta el amanecer, hablando de todo excepto de ellos mismos, perfectamente al unísono. Marc sube al primer tren y se citan en París al cabo de unos días sin saber nada el uno del otro. Sylvie acude a la cita, pero Marc no puede. Mientras sigue buscando a Sylvie, conoce a otra mujer y se casa con ella sin saber que es la hermana de Sylvie.

Cuando terminé de ver esta película, no sabía si el director se estaba burlando del espectador o simplemente le llamaba tonto (Ahora entiendo por qué en España nadie ha visto esta película: todavía no hemos perdido el sentido común). No por el hecho de que, en esta época de Internet, Marc y Sylvie no se hubieran intercambiado los números de móvil o que el director pretenda que nos creamos que Marc no sabía que la mujer con la que se casaba era la hermana de Sylvie, sino por el trío que nos presenta, por muy buenos actores o actrices que sean. Los hombres y mujeres normales funcionan con una cierta racionalidad, se preocupan algo-quizás no mucho-de sus semejantes, pero en esta película los tres personajes son perfectamente irracionales, dependiendo únicamente de sus hormonas.

Destaca el protagonista, que se enamora, se desenamora y se vuelve a enamorar en el espacio de unos pocos días. Por supuesto, ya su mujer no cuenta nada. Tampoco su hijo. Lo mismo pasa con Sylvie: ¿no es su hermana lo más importante de su vida?. ¿Por qué esa puñalada?. Es que el amor está por encima de todo, se podría decir. ¿De verdad es así?. Entonces, ¿para que los compromisos? ¿Para que el matrimonio?. Sería suficiente que dos se juntasen y cuando cualquiera de ellos vea alguien más atractivo, se larga. No importa el dolor de la pareja. No importa que haya hijos. El puro instinto es lo que cuenta. Claro que también la hermanita de Sylvia es de armas tomar: en plena película de cine -¡imperdonable!-le dice a su pareja que se ha enamorado de Marc y, a continuación, le deja.


No hay comentarios:

Publicar un comentario