lunes, 25 de noviembre de 2013

SUBMARINE

Año: 2010
País: Reino Unido, EEUU
Dirección: Richard Ayoade
Intérpretes: Noah Taylor, Paddy Considine, Craig Roberts, Yasmin Paige, Sally Hawkins, Darren Evans, Elinor Crawley
Argumento: Joe Dunthome (novela)
Guión: Richard Ayoade
Música: Andrew Hewitt
Fotografía: Erik Wilson
 
Oliver Tate es un chico de 15 años, de gran imaginación y pocos amigos. Se siente atraído por una compañera de clase, Jordana, que en su desparpajo no parece sentir nada por él. Además, los padres de Oliver, Lloyd y Jill, llevan tiempo distenciados, de modo que la convivencia familiar se hace cada vez más extraña y Oliver teme que su madre acabe abandonándolos por un antiguo amor del instituto.
 
Película curiosa, con personajes raritos, pero a la vez llena de humor y optimista. Detrás de su apariencia "indie" nos cuenta una historia de amor adolescente y el intento decidido del protagonista de unir a sus padres a punto de separarse, matrimonio lleno de  rutina y con terceros por medio.
 
Frente a cierta actitud pasiva del padre contemplando el enamoramiento de su mujer, Oliver no está dispuesto a que sus padres rompan su relación. No le importará hacer el ridículo y lo que haga falta. Aunque sus padres no colaboren. Pero consigue que reflexionen y que maduren.
 
Es interesante la pregunta que, en un momento determinado, hace Oliver a su padre: ¿En caso de incendio a quien salvarías primero?. ¿A mama o a mi?. El padre contesta: primero a tu madre y luego, formando un equipo, te salvaríamos a ti.  Respuesta correcta frente a la más común: primero a los hijos y luego al marido o a la mujer.

martes, 19 de noviembre de 2013

EL NIÑO DE LA BICICLETA


Año: 2011
País: Bélgica
Dirección: Jean Pierre Dardenne, Luc Dardenne
Intérpretes: Cécile de France, Thomas Doret, Jérémie Renier
Guión: Jean- Pierre Dardenne, Luc Dardenne

Cyril, un niño de 12 años, cuyo padre le ha dejado en un centro de acogida (no sabemos que ha sido de la madre), es acogido los fines de semana por Samantha.

La ausencia del padre, que le rechaza, provoca en el niño una auténtica situación de desesperación. Incluso intenta autolesionarse en un momento determinado de la película en que su padre le dice que no quiere saber nada con él. Necesita el cariño y el afecto de su padre y éstos le son negados con absoluta crueldad y egoísmo por el padre, que intenta rehacer su vida con una mujer, y para quien el niño es un estorbo. Solo Samantha, que le acogerá, será capaz de darle un amor maternal que le podrá serenar.

Es fácil pensar hasta que punto un niño/a necesita la presencia de sus padres, presencia que se rompe en un divorcio, aunque haya visitas o incluso custodia compartida. El niño o la niña necesitan al cien por cien el amor de sus padres. Un divorcio en que el padre rechace al hijo dará lugar a la misma situación que se plantea en la película. O incluso en el caso que no haya este rechazo-el padre ve al hijo periódicamente-siempre dará lugar, en el hijo, a una sensación de vacío interior: el hijo necesita el cariño de sus padres juntos, no el de ambos por separado.

Es fuerte la actitud del padre en la película: no quiere saber nada de su hijo porque le estorba para iniciar otra relación. Y sin embargo, ello es muy actual hoy, quizás más en los varones que en las mujeres. Muchos ya no quieren saber gran cosa de sus hijos: les molestan. No importa que sus hijos puedan sufrir: eso no cuenta. No es fácil entender una aparente felicidad que se fundamenta en el olvido de los hijos que se tuvo en una relación anterior.

Han cambiado las cosas: antes, muchos matrimonios no se separaban por no hacer sufrir a sus hijos. A su propio bienestar, anteponían la felicidad de sus hijos. Hoy, es al revés. No importa hacer sufrir a los hijos. Son, digamos así, daños colaterales.

lunes, 11 de noviembre de 2013

AMOR Y LETRAS

Año: 2012
País: EEUU
Dirección: Josh Radnor
Intérpretes: Josh Radnor, Elizabeth Olsen, Richard Jenkins

Jesse Fisher trabaja en el departamento de admisión de alumnos de una universidad neoyorquina. No es la ocupación con la que había soñado, y sus mejores amigos siguen siendo los libros, con cuya lectura disfruta sobremanera. Un día le llama Peter Hoberg, profesor de su antigua universidad, pidiéndole que acuda al homenaje que le van a brindar con motivo de su jubilación. Acepta encantado pues era uno de sus profesores favoritos. Y durante su estancia conoce a Zibby, una joven estudiante, madura para sus 19 años, con la que establece una conexión especial, que continuará a través de una relación epistolar.

¿Se pueden salvar los 16 años que les separan y convertir aquello en amor, se nos dice en la película?. No es un problema de 16 años, sino de madurez emocional. ¿Está él en la misma sintonía que ella?. ¿Es capaz ella de estar en la misma sintonía que él?. En David Copperfield, una de las mejores obras de Dickens, una de las protagonistas secundarias, que se ha casado con un hombre mucho mayor que ella, dice que "no puede haber en el matrimonio disparidad que iguale a la discrepancia en manera de pensar y en miras". Entre ellos dos no hay esa discrepancia y por eso su matrimonio es feliz.

En cambio, en el matrimonio entre David Copperfield y Dora Spenlow, de edades parecidas, la discrepancia en manera de pensar y en miras, como dice Annie, la protagonista de la novela de la que hablamos, es total y el matrimonio va hacia el fracaso. ¿Están enamorados David y Dora?. Si, pero aquello no puede seguir adelnate.

Jessie y Zibby parece que se enamoran, pero están en ondas totalmente diferentes. Jesse se da cuenta y decide, prudentemente, romper.

Personalmente, me ha encantado la conversación final entre Jesse y la bibliotecaria, de la que termina enamorándose y que es de su edad, cunado ésta afirma  ¡qué maravilla es envejecer juntos!. Habrá obstáculos, rutinas, aburrimientos, pero el amor es más fuerte que todo ello.

lunes, 4 de noviembre de 2013

EL VELO PINTADO


Año: 2006
Dirección: John Curran
Intérpretes: Edward Norton, Naomi Watts, Liev Schreiber, Catherine An, Diana Rigg, Toby Jones.
Guión: Ron Nyswaner
Música: Alexander Desplat
Fotografía: Stuart Dryburgh

Inglaterra, hacia 1920. Kitt (Naomi Watts) es una mujer insatisfecha, presionada por un círculo familiar asfixiante para que se case pronto. El flechazo casi instantáneo que sufre el Dr. Walter Fane (Edward Norton) cuando la conoce en una fiesta, le empuja a pedirla en matrimonio. Los caracteres de ambos no pueden ser más distintos: ella es una niña mimada, nunca ha salido de su entorno, le gustan el baile y las relaciones sociales; él es un científico, bacteriólogo por más señas, concienzudo en su trabajo; es hombre tranquilo y de pocas palabras, se diría que la mayoría de las cosas que a otros importan a él le resbalan. Pese a tales diferencias, la boda se celebra, por el enamoramiento de él y los deseos de escapar de los lazos familiares de ella. Trasladados a China por la profesión de Walter, la relación empieza a deteriorarse rápidamente, hasta el punto que ella inicia una relación adúltera con Charlie Townsend, un hombre también casado y sin demasiados escrúpulos. Descubierta la infidelidad, Walter fuerza el traslado con ella a una zona recóndita del país, donde se ha desatado una mortal epidemia de cólera.

Es, pues, un matrimonio desdichado, en un lugar desdichado. Pero ahí surgirá la redención. Ella, sin nada que hacer durante todo el día, saldrá de su cascarón, viéndose afectado por el dolor que le toca palpar a su alrededor. De modo especial, toca su alma el trabajo de unas monjas francesas, que realizan abnegadamente su trabajo de cuidar enfermos y atender un orfanato.  De la madre superiora, Kitty aprenderá que es posible reparar las grietas de un matrimonio infeliz.

A lo largo de la película, se puede ver la evolución de la protagonista en la relación con su marido. 
Ella es, al principio, una mujer superficial, que no sabe ver quien es su marido. Y ello irá unido a la atracción física que le producirá Charlie Townsend. El cambio se producirá cuando empiece a trabajar con las monjas. Saldrá de si misma y la cruda realidad hace que la inquietud, el gran talento y afán de su marido por intentar cambiar el mundo brillen por sí mismos. Es entonces cuando empezó  a vislumbrar la luz a través del velo. Poco a poco le va conociendo y va admirando sus virtudes. Procura entonces acercarse a él, se interesa por sus proyectos, por su voluntad para salvar vidas, por al admirable labor que día tras día reafirmaba su calidad como persona. Se da cuenta de la pasión y la dedicación que siente por la causa en la que creía y de la valentía, que no conocía límites, con la que desempeñaba su trabajo. Ella comienza a sentir una profunda admiración por él y termina enamorándose. El, a su vez, la perdona. Se produce, entonces, un nuevo comienzo.