lunes, 10 de febrero de 2014

LAS NIEVES DEL KILIMANJARO, DE GUÉDIGUIAN

Año: 2011
País: Francia
Dirección: Robert Guédiguian
Intérpretes: Ariane Ascaride, Jean-Pierre Darroussin, Gérard Meylan, Grégoire Leprince-Ringuet, Anais Demoustier, Julie-Marie Parmentier
Guión: Robert Guédiguian, Jean-Louis Milesi
Fotografía: Pierre Milon

Como consecuencia de la crisis económica, el sindicato de trabajadores de astilleros ha de sortear públicamente el nombre de los veinte empleados que la empresa tiene que despedir para evitar el cierre. Uno de los escogidos, Michel, representante de los trabajadores, trata de hacer frente a su cese laboral, al tiempo que celebra su 30 aniversario de boda con Marie-Claire, en compañía de hijos, nietos y amigos que les hacen un regalo muy especial: un viaje al Kilimanjaro. Pero la situación se complica cuando son atracados, el atracador es detenido y deja abandonados a sus dos hermanos pequeños.

Buena película del cine francés y de este director. Con un regusto a lo Capra, el film se sostiene en dos ideas esenciales: la generosidad y el amor como motores que mueven a las personas, especialmente al matrimonio Michel y Marie-Claire, que constituyen el eje de la película. Generosidad de ambos para recoger en su casa a los dos hermanos de su atracador y amor del matrimonio entre sí, que les lleva, primero a sacrificarse uno por el otro, y después al sacrificio por sus hijos, nietos y los dos hermanos.

El amor del matrimonio entre sí, después de 30 años de casados, resulta especialmente conmovedor y realista. Se conocen bien, está lleno de detalles de cariño (¡ese beso de ella cada vez que se ven!), aceptan sus defectos... Ella dejó, libremente y con gusto, sus estudios para acompañar a su marido y a sus hijos. No ha perdido la admiración por su marido (mi héroe, le llama en algún momento) y él, el día de la celebración de los 30 años de aniversario de boda, hace una declaración de amor, pública, que pocas veces se ven en el cine: <<Te quiero, te quiero cuando me hablas, te quiero cuando callas, te quiero cuando gritas, te quiero cuando lloras, te quiero cuando ríes, te quiero cuando susurras, te quería ayer y te quiero hoy>>. Declaración que surge con absoluta naturalidad y provoca un poquitín de envidia en sus hijos, viendo el amor de sus padres.

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