lunes, 10 de marzo de 2014

BEAUTIFUL GIRLS

Año: 1996
País: EEUU
Dirección: Ted Demme
Intérpretes: Timothy Hutton, Mat Dillon, Urma Thurman, Natalie Portman, Mira Sorvino, Michael Rapaport, Martha Plimpton, Noah Emmerich, Lauren Holly, Rosie O`Donnell, Pruit Taylor Vince, Max Perlich, David Arquette, Annabeth Gish, Sam Robards, John Carroll Lynch
Guión: Scott Rosemberg
Música: David A. Stewart
Fotografía: Adam Kimmel
 
Will Conway, un pianista alrededor de la treintena, regresa a su pueblo natal para reunirse con sus antiguos compañeros del instituto. Todos atraviesan puntos de inflexión en sus vidas, y surgen las típicas dudas que conlleva el paso a la madurez y la toma de decisiones.
 
Buena película sobre la nostalgia y la inmadurez. Un grupo de amigos que parecen todos "Peter Pan" porque les está costando madurar y comprometerse, como se puede ver en las relaciones con sus novias. Y, también, como consecuencia de esa inmadurez, el echar la mirada atrás, a los tiempos que ellos creían felices del instituto. Pero, ya han crecido, sus novias quieren que tomen decisiones y que se den cuenta que ya tienen treinta años.
 
Curiosamente, en todas las películas made in Hollywood, no se concibe una pareja no casada que sepa vivir como eso: como si no estuvieran casados. Cierto que las hormonas tiran mucho, pero el vivir juntos no les va a facilitar, aunque ellos crean lo contrario, la relación de pareja. Y es que el sexo cambia la relación entre un hombre y una mujer que se quieren.
 
Hay un motivo para que sea así. Nuestra naturaleza está preparada para que el acto sexual una a dos personas de por vida, como expresión última de una intimidad física que es reflejo de una relación que ha alcanzado también la intimidad emocional y espiritual. Más aún, para que sea una auténtica donación o regalo de sí mismo al otro, no un simple préstamo.
 
Cuando una pareja no está casada, el sexo cambia habitualmente la relación de ellos a peor. Se han dicho con el cuerpo algo que no confirma su mente: ese increíble mensaje de <<me entrego a ti y solo a ti para siempre>> suena a falso. Saben que el futuro no está asegurado, que su intimidad sicológica y espiritual no alcanza ese nivel. Saben que, de alguna manera, se están engañando.
 
Darse cuente de eso, más o menos explícitamente, resulta desagradable. Cualquier cosa que ponga de relieve la <<provisionalidad>> de su relación se magnifica y se vuelven hipersensibles, pierden la objetividad y un pequeño detalle genera en un gran enfado. La tensión aumenta cada vez más.
 
Y con la tensión empieza un círculo vicioso, porque necesitarán la intimidad corporal de la unión sexual para tratar de recuperar la intimidad y cercanía que no tienen, y toda su relación puede terminar girando en torno al sexo, mientras la unión emocional es cada vez menor e incluso se pierde.

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