miércoles, 19 de marzo de 2014

MUD

Año: 2012
País: EEUU
Dirección: Jeff Nichols
Intérpretes: Matthew McConaughey, Tye Sheridan, Jacob Lofland, Reese Witherspoon, Sam Shepard, Michael Shannon, Sarah Paulson, Ray McKinnon
Guión: Jeff Nichols
Música: David Wingo
Fotografía: Adam Stone

Ellis y Neckbone, de 14 años, descubren durante una de sus escapadas diarias, a un hombre refugiado en una isla en medio del Mississipi. Se trata de Mud: con un diente menos, una serpiente tatuada en el brazo, una pistola y una camisa que le da suerte. Mud es también un hombre que cree en el amor, algo en lo que Ellis necesita creer desesperadamente para intentar olvidar las tensiones diarias entre sus padres. Muy rápidamente, Mud pide ayuda a los dos adolescentes para reparar un barco que le permitirá abandonar la isla.

Es interesante la comparación que se podrían hacer entre las dos parejas de la película. Por un lado, los padres de Ellis. Están casados, pero se separan. Dicen que se quieren, pero anteponen sus propios planes al interés del otro cónyuge y a la necesidad  que su hijo tiene de ellos. Es un amor egoísta, que de poco sirve para dar base a un matrimonio. De hecho la consecuencia es clara: la separación.

Por otro lado, Mud ama desesperadamente a su novia. No duda en matar a quien la maltrató. Como consecuencia de ello tendrá que huir. En ese caso, el amor de Mud está más allá de sí mismo, por encima de sus propios intereses. Sólo le preocupa el bienestar de ella. Eso sí, al final, cuando se da cuente que ella no se lo merece, la cabeza puede al sentimiento y la deja. Porque en cualquier relación, el triplete cabeza (o racionalidad), voluntad y sentimiento tiene que ser gobernado por la primera.

Es una película con trampa. Nos da la versión masculina de las dos relaciones. Tiene una visión de la mujer como de alguien lleno de deslealtad, que para ella el amor no es demasiado importante y  que más bien suele hacer lo que le conviene en cada momento.

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