lunes, 13 de abril de 2015

LA DESAPARICIÓN DE ELEANOR RIGBY

Año: 2014
País: EEUU
Dirección: Ned Benson
Intérpretes: Jessica Chastain, James McAvoy, Nina Arianda, Viola Davis, Bill Hader, Ciarán Hinds, Isabelle Huppert, William Hurt, Jess Weixler, Nikki M. James
Guión: Ned Benson
Música: Son Lux
Fotografía: Christopher Blauvelt

Conor y Eli conformaban un matrimonio perfecto en Nueva York, pero una tragedia cuya naturaleza ignoramos inicialmente les sacudió y ella desapareció sin decir nada. Tras una temporada de ausencia, Eli regresa para vivir en casa de sus padres -él es profesor universitario, ella, francesa, se dedica a la música-, donde también residen su hermana Kate con su hijo. A través de un amigo, Conor, que ha montado un restaurante sin mucho éxito, tiene noticias de que Eli está de vuelta en Nueva York y que está haciendo un curso en la universidad. De modo que trata de volver a conectar con su esposa.

A causa de la muerte de su hijo, Eli se derrumba y desaparece. Conor, que vuelve a la vida habitual, trata de recuperarla. La película pone el acento del rompimiento matrimonial en ella, tampoco sin dar demasiados explicaciones de cual ha sido la causa, aunque parece que es la muerte del hijo.

Quizás Eli no ha recordado que ella y él son un equipo, a las duras y a las maduras. Ahora han venido duras, pero, ¿ha debido olvidar por ello a quien es lo primero de su vida, que es Conor?. Porque se la ve que sigue enamorada de su marido. Quizás a Eli le ha faltado una enorme madurez: la madurez de quien sabe superar los momentos duros, los fracasos, el saber que en su vida matrimonial habrá días rosas, pero otros muchos podrán ser muy difíciles. El superar esas dificultades-en este caso la muerte del hijo-junto con su marido podría haberla hecho crecer como persona y haber aumentado su unión con él. Son un equipo y, como tal, se han de enfrentar a lo que les pueda venir en los vaivenes de la vida.

Pero también ha olvidado que su marido es lo primero en su vida. Si ésto lo hubiera tenido claro, las situaciones que presenta la película no se hubieran producido, o, al menos, se hubieran resuelto con mayor facilidad.

Además, la felicidad es una planta delicada que hay que cuidar continuamente. El marido desea constantemente volver a empezar. Sin embargo, sólo en la escena final-se supone que ha pasado un cierto tiempo desde el momento en que ocurren los sucesos que nos cuenta la película-a él se le ve saliendo de su trabajo y paseando y a ella-ha vuelto de París-siguiéndole, sin que el marido se dé cuenta. Posiblemente con la intención de alcanzarle y reconciliarse. Pero, ¿ y si el marido se ha hartado de ella?. Hay una película y una novela que me han recordado esta película. En "Lo  que el viento se llevó", después de haber intentado por todos los medios alcanzar el amor de su esposa-la inmortal Escarlata O`Hara-, el final es sorprendente: la mujer se ha dado cuenta de lo que vale el amor de su marido, pero éste se despide con un demoledor: "Querida, ¡no me importas nada!". Se ha cansado de luchar en vano y su amor se ha esfumado. 

En la clásica novela "La Feria de las Vanidades", pasa lo mismo. En este caso, el protagonista la acoge, después de que Amelia le haya rechazado una y otra vez, aunque al final también se da cuenta que ha sido tonta. Pero el autor del libro, con delicadeza, nos dice que su amor se había enfriado y su mujer se da cuenta. No se puede jugar con los sentimientos: hasta el amor más infinito se disipa por los aires cuando se ve rechazado.


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