lunes, 9 de enero de 2017

LA FAMILIA FANG-The Family Fang

Año: 2015
País: EEUU
Intérpretes: Nicole Kidman, Jason Bateman, Christopher Walken
Director: Jason Bateman
Guión: David Lindsay-Abaire (Novela: Kevin Wilson)
Música: Carter Burwell
Fotografía: Ken Seng

Después de muchos años, la familia se  reúne debido a que al hijo (Jason Bateman) le han disparado una patata en la cabeza y está convaleciente. Al día siguiente de reunirse la familia, y viendo que el hijo está bien, los padres emprenden un viaje en coche y desaparecen en la autopista. La policía lo investiga como un robo con homicidio, pero los hermanos no se lo creen y piensan que es otra de las excentricidades de sus padres, que son artistas vanguardistas. 

De vez en cuando, el cine nos trae unas familias de lo más peculiar.  Aquí lo raro son los padres, frente a los dos hijos, cada uno con sus problemas, pero absolutamente deseosos de tener una familia. Sin embargo, el problema son los padres. Las excentricidades artísticas de los padres pasan por encima del cuidado de los hijos y terminan con un gran golpe de efecto: su desaparición, considerada como la obra maestra de su vida y dejando a los hijos en la más absoluta ignorancia de lo que les ha pasado. Y, lógicamente, viene la consecuencia: cuando los hijos descubren que sus padres siguen viviendo y que todo ha sido una farsa  (creyéndose los artistas más grandes del mundo), se hartan de ellos y les dejan.

El planteamiento de la película me resulta hasta difícil de creer. Uno puede imaginar que hay hijos "descastados" y que se alejan de los padres. Pero lo que es impensable es que, como sucede en este caso, los "descastados" sean los padres y los hijos no puedan más. 

Es patética la figura de los padres. Unos artistas excéntricos que subordinan el cuidado y el bienestar de los hijos a unas pretendidas creaciones artísticas, llenos de egoísmo y presunción. No estamos ante una crítica a la institución familiar. Estamos ante un ejemplo de padres-si es que se pueden llamar padres-que merecen que sus hijos se "divorcien" de ellos. La verdad es que termina cansando ver cómo dos adultos tontos utilizan a sus hijos para hacer algo que ellos llaman "perfomance", que no es otra  cosa que una cámara oculta al estilo Tinelli.

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