lunes, 20 de noviembre de 2017

UN MONSTRUO VIENE A VERME-A Monster Calls

Año: 2016
Países: EEUU, España
Dirección: Juan Antonio Bayona
Intérpretes: Lewis MacDougall, Liam Neeson, Felicity Jones, Sigourney Weaver, Tobby Kebbell, Geraldine Chaplin,  James Melville, Garry Marriott, Joe Curtis, Kai Arnthal, Max Gabbay.
Argumento: Patrick Ness (novela "Un monstruo viene a verme"), Siobhan Dowd (notas).
Guión: Patrick Ness
Música: Fernando Velázquez
Fotografía: Oscar Faura

Se cuenta en esta película la historia de Conor, un niño de 12 años que trata de hacer frente a la enfermedad de su madre con la ayuda de un monstruo que viene a visitarle por la noche.

No hay duda que siempre es un placer ver una película de Juan Antonio Bayona. Es una película que va más allá del mero cine fantástico. No es un cine para niños, sino que tras el protagonista y el árbol hay ideas universales que dan que pensar.

Se nos muestra el proceso de maduración del niño a través de los relatos del monstruo y su propia realidad vital (la enfermedad de la madre). Aprende que el mundo es complejo, que las personas no deben ser juzgadas y condenadas precipitadamente, que las cosas no se reducen a blancas y negras, y que en toda persona puede coexistir heroismo y maldad. 

Destaca la figura de la abuela, personaje secundario en la película, pero que se convierte en el verdadero apoyo de su hija enferma-cuyo marido le dejó- y de su nieto-que carece de la figura paterna. Es una mujer aparentemente seca, no cariñosa, que tiene que aguantar los testarazos de su nieto-hasta que éste se da cuenta que ella es lo verdaderamente seguro en su vida y le pide perdón-y, a la vez, es el único apoyo de su hija a punto de morir de cáncer.

El padre del niño es otro personaje importante. Quiere a su mujer, pero la deja, haciendo que su hijo sufra tremendamente por su ausencia y por su falta de apoyo en la enfermedad de su madre. Una vez más aparece la idea-dicha expresamente por el padre-que el amor no es suficiente en un matrimonio. No sabemos porque se divorciaron, pero todo hace indicar que olvidaron eso tan elemental que el amor hay que regarlo y cuidarlo cada día. De lo contrario o se agosta o es insuficiente para sostener ese matrimonio.

También aparece la idea de que el hijo sobra. El padre se ha vuelto a casar, pero en su nuevo hogar, su hijo ya no tiene sitio. Es el abandono de los hijos de padres divorciados. De ahí que la abuela se haga cargo de su nieto.

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