lunes, 8 de enero de 2018

THE ROAD-La carretera

Año: 2009
País: EEUU
Dirección: John Hillcoat
Intérpretes: Viggo Mortensen, Kodi Smit-Mc Phee, Guy Pearce, Charlize Theron, Robert Duvall, Michael Kenneth Williams, Molly Parker, Garret Dillahunt.
Guión: Joe Penhall
Música: Nick Cave, Warren Ellis
Fotografía: Javier Aguirresarobe

Un gran cataclismo ha asolado el planeta. Un padre y su hijo arrastran sus enseres en un carrito de la compra a través de un paisaje siniestro, desértico, oscuro, muerto, plagado de piedras y de troncos desnudos de árboles podridos, un lugar inhóspito. Viajan hacia el sur, donde está el mar, con hombres que fueron hombres, y ahora son caníbales, acechando.

Esta es una película que hoy se ha convertido de "culto", aunque cuando se estrenó, pasó un poco desapercibida, tanto para la crítica como para el público. También hay que señalar que he visto todo tipo de reacciones de los espectadores ante la misma. No es fácil de seguir, no sólo por su lentitud, sino también por las propuestas que hace y por las escenas fuertes que tiene.

Pero, sobre todo, es una historia de amor entre un padre y su hijo y un hijo con su padre. Es el nervio de la película. El padre hará lo posible e imposible para salvar a su hijo llevándole por la carretera camino del sur. Ese poner a su hijo en primer lugar supondrá que, si es necesario, matará por él o matará a los que se encuentre por el camino, sean buenos o malos. El padre ha perdido la fe y la esperanza. Sin embargo, el niño no ha perdido la inocencia en su mirada y no ve tanta negrura en el corazón de los demás como lo hace su propio padre.

No deja de ser revelador que, al final, cuando muere el padre, el hijo encuentre su salvación en otra familia: padre, madre, niño y niña, incluso perrito. Y es la madre la que le acoge, en esa función tan esencial que hacen todas las madres del mundo: acoger. Es un final con esperanza.

Como contrapunto, hay una historia de desamor. La esposa del padre, la madre del hijo, que se suicidará, incapaz de soportar el mundo que la rodea. Les abandona, dejando en el espectador un sabor amargo.¿Es una actitud egoísta la de la madre?, nos podríamos preguntar. ¿Es una mujer deshumanizada? 

Por cierto, un aplauso a la espléndida fotografía, soberbia, fría y cruda, directamente te introduce en un mundo que es un infierno helado, sin refugio, no hay lugar seguro, solo vacío, sin alma, yermo hasta la desesperación.

Por si alguien quiere verla, que tenga en cuenta que hay escenas fuertes:
.La explosión nuclear. Levantarse súbitamente de madrugada y llenar la bañera para no morir calcinado. Todo lo que implica a posteriori
.El momento en que el padre se dispone a matar a su hijo antes que lo encuentren los caníbales.
.La despensa humana, donde se amputan miembros a personas vivas para que se conserve la carne. Los gritos en la noche junto a la casa cuando escapan.
.La batida de caza de los  caníbales que persiguen en campo abierto a una madre y su hija.
.El constante ruido de árboles muertos caer en páramos desolados.
.El mar muerto y gris.

Y para terminar de destrozarle el alma al espectador no hace falta enseñar un plano de un bebé ensartado en un palo sobre una hoguera, precisamente una de las escenas presentes en el libro que da origen a esta película y suprimidas en el film. Basta con un padre moribundo, que lo ha dado todo por su hijo, despidiéndose del niño: "Todo mi corazón está contigo".

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