lunes, 5 de marzo de 2018

GEOSTORM-Geostorm

Año: 2017
País: EEUU
Dirección: Dean Devlin
Intérpretes: Gerald Butler, Jim Sturgess, Alexandra Maria Lara, Ed Harris, Andy García, Abbie Cornish, Zazie Beetz, Talitha Eliana Bateman, Robert Sheehan, Eugenio Derbez, Amr Waked, Adepero Oduye, Mare Winninghan, Daniel Wu, Gregory Alan Williams, David S. Lee, Ritchie Montgomery, Drew Powell, Arnold Chun, Sue-Lynn Ansari
Guión: Dean Devlin, Paul Guyot
Música: Pinar Toprak
Fotografía: Roberto Schaefer

Un ingeniero (Gerald Butler) diseñador de satélites, tras un fallo en cadena de la mayor parte de los satélites meteorológicos de la Tierra, deberá formar equipo con su hermano, con quien hace años no se habla, para viajar al espacio y salvar al planeta de una tormenta artificial de proporciones épicas.

Película de "desastres", previsible y entretenida, con efectos especiales de última generación, y un plantel de actores realmente bueno, excesivo quizá para este tipo de películas. En cualquier caso, cumple con su finalidad: entretener, que es lo que importa.

A mí interesa traerla a este blog porque tiene un fondo positivo: el de las relaciones fraternales entre los dos hermanos protagonistas, a veces complejas, pero siempre satisfactorias. En esta película, se ve que en la infancia ambos se querían y se apoyaban, pero se fueron distanciando por la irresponsabilidad del mayor-y el menor tenía que sacarlo constantemente de apuros, hasta que se harta- y la guinda es cuando el hermano menor toma el control del proyecto que comandaba el mayor y le despide, ciertamente con razón.

Hasta que llegan los problemas y ambos tienen que formar equipo, cada uno de ellos, a pesar de todo, admirando al otro. Además, el hermano mayor termina pidiendo perdón al menor por todos los problemas que le ha causado.Es también bonito ver como la hija del mayor, adolescente, le dice a su tío-a quien ve sólo de vez en cuando- que debería formar parte de su vida. Al final, los dos hermanos se reconcilian plenamente.

Da pena  a veces ver como los hermanos se separan cuando se hacen mayores y forman sus propias familias. No hay enfado entre ellos, simplemente que van descuidando el trato y al final apenas se ven. Mientras viven los padres, hay reuniones  familiares. Cuando mueren, pueden pasar años sin que se vean.

Sin embargo, la relación fraternal, bien vivida, es un sistema de apoyo único, ya que los hermanos son los miembros de la familia que, con toda probabilidad, más van a coexistir temporalmente a lo largo de la vida. Están más cerca que los propios padres, son maestros modelos a imitar debido a que esta relación a menudo está basada en la admiración, el cariño, la confianza y la simpatía.

Podríamos decir que un hermano mejora la calidad de vida, dado que aumenta el bienestar emocional, proporciona compañía, ofrece cariño y, con mucha frecuencia, aporta seguridad de carácter duradero (y en este sentido, las hermanas se encuentran muy protegidas cuando tienen hermanos que las quieren).

Sucede además, que a edad avanzada, cuando los chicos han crecido y se han ido del hogar,  cuando los cónyuges han fallecido, los hermanos se proporcionan nuevamente apoyo y tejen una red social mutua. En muchos casos, se restablece el contacto frecuente y, en ocasiones, incluso se mudan de casa para estar cerca, brindándose compañía en esta etapa de la vida, de la misma forma que lo hicieron desde el comienzo de su existencia.

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