lunes, 29 de julio de 2019

EL CASTILLO DE CRISTAL--The Glass Castle

Año: 2017
País: EEUU
Dirección: Destin Cretton
Intérpretes: Brie Larson, Naomi Watts, Woody Harrelson, Iain Armitage, Sarah Snook, Max Greenfield, Ella Anderson, Chandler Head, Josh Caras, Charlie Shotwell, Sadie Sink, Olivia Kate Rice, Brigette Lundy-Paine.
Argumento: Jeannette Walls (memorias).
Guión: Destin Cretton, Andrew Lanham
Música: Joel P. West
Fotografía: Brett Pawlak

Historia real de Jeannette Walls y de su familia. Con unos padres, Rex y Rose Mary, cada uno con sus problemas-un padre soñador, alcohólico y, a veces cruel- y una madre, pintora, fuera de la realidad, que apenas se cuidan de sus hijos y que, en algunos momentos de su vida, son auténticos vagabundos. No son malos y quieren, a su manera, a sus hijos, pero pretenden tener una vida tan libre, ir de un sitio para otro, sin raíces, sin responsabilidades, que, sin querer, terminan perjudicando a sus hijos. Estos les quieren, pero terminan yéndose, aunque , al final, perdonan a sus padres.

Con gran delicadeza se nos cuenta la relación del padre con su hija mayor, Jeannette. Hay un momento de la película en que él le dice: ¡Te quiero, hija mía! Y ella le contesta: ¡Yo te quiero a ti más, papá!, que refleja bien el amor mutuo de ambos. A la vez, ella se da plena cuenta de todos los defectos de su padre e intenta ayudarle casi desesperadamente. Pero, al fin, ella no puede más y termina yéndose de casa de sus padres, intentando olvidarles, pero sin poder hacerlo, porque el amor de su padre la ha marcado, a pesar de todo, profundamente.Y  cuando, ya mayor y a punto de casarse, su madre le dice que su padre está para morir, corre hacia él. Es una escena final muy bonita, con el padre pidiéndole perdón, también por haber cargado con él de pequeña-¡una niña no debería tener que cargar a cuestas con su padre!, le dice-, y a la vez echándole piropos que la emocionan profundamente, fruto también del gran arrepentimiento que tiene por haberla descuidado a ella y  a  sus hermanos pero que ella constata que se los dice con auténtica sinceridad. También se da cuenta que su padre, que la conoce muy bien, a lo largo de su vida, le dió unos consejos que ella no siguió en su momento pero que cuando se decide a ponerlos en práctica serán fundamentales para cambiar el rumbo de su vida.

Es también una película donde se refleja bien el afecto de los hermanos. Cuando son concientes que sus padres no se van a encargar de ellos, la unión entre los cuatro será fortísima. También dejarán a sus padres, pero estarán pendientes unos de otros y terminarán perdonando a su padre-que muere- y a su madre, que vive cuando se hace esta película. Esto se refleja bien en la última escena, cuando Jeannette celebra con sus hermanos y su madre el día de Acción de Gracias, y termina emocionándose porque se considera muy afortunada de tenerlos con ella.

Hay que tener sueños grandes como los que tiene el padre-que sueña con construir una casa de cristal, de ahí el título de la película (y  que por supuesto no hace)- y a la vez tener los pies puestos muy en la tierra, porque hay una familia, unos hijos a los que cuidar y alimentar y educar ¡Que importante es encontrar el equilibrio entre una cosa y la otra!. Metas altas y, a la vez, cuidadosa atención a lo de cada día. Siendo benévolos, los padres tenían metas altas-aunque también los desequilibrios síquicos eran patentes- pero se olvidaron de la realidad. Y causaron un grave perjuicio a sus hijos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario