País: EEUU
Dirección: David Frankel
Intérpretes: Owen Wilson, Jennifer Aniston, Eric Dane, Kathleen Turner, Alan Arkin, Nathan Gamble, Haley Bennett, Ann Dowd, Clarke Peters.
Argumento: John Grogan (Novela "Marley & Me").
Guión: Scott Frank, Don Roos
Música: Theodore Shapiro
Fotografía: Florian Ballhaus
Es la historia de una familia: la formada por John, Jennifer y Marley (el perro, auténtico protagonista de la película), y que sirve para mostrar, medio en broma, medio en serio, que ser cónyuge y padre o madre es una tarea enormemente difícil, con momentos muy gratos y otros no tantos.
Es una película agradable, humana y sencilla y, que a la vez, propone temas universales: la conciliación en la familia, la renuncia a tantas cosas (John tendrá que prescindir de desarrollos profesionales que le apasionaban, Jennifer optar por volcarse en el hogar, renunciando a su profesión) para sacarla adelante, la certeza de que comprometerse en el matrimonio llena plenamente a una persona, a pesar de las dificultades , la seguridad de que formar una familia es una aventura apasionante, que se apoya en el amor y la entrega. Y, además, se muestra el amor de John, Jennifer y sus hijos por Marley, otro miembro más de la familia.
Pero no es una historia de perros listos o simpáticos o valientes. Es una historia de amor, con mayúsculas, de cómo dos jóvenes enamorados consolidan su amor hasta fundar una familia, con altibajos, con subidas y baches, con crisis matrimoniales, con tragedias, con alegrías...y Marley que aparece como el conductor de la historia. Es una narración optimista, sin pintarnos las cosas de color de rosa pero sin recrearse en los dramas.
Pero la película trata otros temas: por ejemplo, la libertad, a través del amigo del protagonista. El amigo entiende la libertad como cero compromiso e ir saltando de flor en flor, llegar alto en lo laboral sin el sacrificio que conlleva fundar una familia, sin la renuncia que supone escoger a una mujer y decidir que será la mujer de tu vida. En contrapunto, aparece la vida del protagonista, que con sudor y lágrimas funda una familia feliz. Aunque al principio, John utiliza precisamente al perro como una vía de escape ante los inminentes planes de tener un hijo de Jennifer. Es el hombre cercano a los 30, que se resiste a madurar y asumir las responsabilidades familiares. Luego, afortunadamente, cambia.
Pero no es una historia de perros listos o simpáticos o valientes. Es una historia de amor, con mayúsculas, de cómo dos jóvenes enamorados consolidan su amor hasta fundar una familia, con altibajos, con subidas y baches, con crisis matrimoniales, con tragedias, con alegrías...y Marley que aparece como el conductor de la historia. Es una narración optimista, sin pintarnos las cosas de color de rosa pero sin recrearse en los dramas.
Pero la película trata otros temas: por ejemplo, la libertad, a través del amigo del protagonista. El amigo entiende la libertad como cero compromiso e ir saltando de flor en flor, llegar alto en lo laboral sin el sacrificio que conlleva fundar una familia, sin la renuncia que supone escoger a una mujer y decidir que será la mujer de tu vida. En contrapunto, aparece la vida del protagonista, que con sudor y lágrimas funda una familia feliz. Aunque al principio, John utiliza precisamente al perro como una vía de escape ante los inminentes planes de tener un hijo de Jennifer. Es el hombre cercano a los 30, que se resiste a madurar y asumir las responsabilidades familiares. Luego, afortunadamente, cambia.
¡Ah!. Hay que prepararse para llorar un poco.
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