lunes, 9 de septiembre de 2013

ESPARTACO


Año de producción: 1960
Dirección: Stanley Kubrick
Intérpretes: Kirk Douglas, Jean Simmons, Laurence Olivier, Charles Laughton, Tony Curtis, Peter Ustinov, John Gavin, Woody Strode
Guión:  Dalton Trumbo
Música: Alex North
Fotografía: Rusell Metty

Espartaco. El nombre de un esclavo tracio que lideró una rebelión cpntra Roma, tras huir de una escuela de gladiadores con 70 hombres. Reunió en torno a sí a 120.000 seguidores, un auténtico desafío a Roma. Las legiones de Craso y Pompeyo se emplearon a fondo para derrotarle y crucificar a 6.000 hombres en la Vía Apia, a modo de escarmiento. Al fondo estaban las luchas intestinas en el Senado, con el creciente poder de Craso y Julio César.

En la película hay una subtrama que es la historia de amor entre Espartaco y Varinia, que da lugar a un matrimonio natural. No ha  inventado, pues, el matrimonio la Iglesia: ha asumido esta realidad en el sacramento del matrimonio.

No es la indisolubilidad una característica del sacramento. Es algo propio de cualquier matrimonio natural. ¡Prohíbeme que me separe de ti!, le dice Varinia a Espartaco. Y por tres veces, Espartaco le contesta: ¡Te lo prohíbo!. El amor de ella  es tan fuerte que lleva a la plena entrega de su libertad: su presente y su futuro. No es una imposición desde fuera. Cualquier amor lleva consigo un deseo de eternidad.

La indisolubilidad es el seguro de la felicidad. Es quemar las naves, como Hernán Cortés en Méjico, y blindar el amor. Porque la vida da muchas vueltas y hay días de todos los colores. Así como hay colegas y amigos que en algún momento  pueden atraer. ¿Cuesta, por tanto?. A veces mucho, como todo lo importante.

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