lunes, 30 de septiembre de 2013

ENCUENTROS PRIVADOS


Año de producción: 1996
Dirección: Liv Ullmann
Intérpretes: Max Von Sydow, Pernilla , Samuel Froler, Kristina Adolphson, Thomas Hanzon, Anita Byörk
Guión: Ingmar Bergman
Música: John Sebastian Bach
Fotografía: Sven Nykvist

Película en tres actos, que explica, a partir de la charla que Anna mantiene con un pastor luterano, cómo ella llegó a casarse con un joven teólogo, para luego enredarse con otro joven estudiante de teología y más joven. Como datos, Liv Ullman e Ingmar Bergman estuvieron casados tiempo ha y que Bergman suele incluir muchos elementos autobiográficos en sus historias.

La película expresa con claridad que la infidelidad conyugal no es algo baladí, como nos suelen mostrar demasiadas series televisivas y películas para el gran consumo. La infidelidad produce un agudo dolor en el marido y una profunda sensación de culpabilidad en la mujer. Tácitamente reconoce que lo que su marido le acusa-poner su placer por encima del matrimonio y la familia-es cierto. Y rompe con su amante. Para éste, tampoco su relación con Anna es algo sin importancia. Aparece en la película lleno de miedo y como en una sensación de pesadilla.

Conecta, en este sentido, con el cine clásico, realista en el tema del adulterio. Este es tratado como tal. Esto es: fuga y daño, evasión y culpa, infidelidad y hogares destrozados, mujer o marido estafados, hijos destrozados. Lo que tantas veces aparece en muchas películas como un gran “amor”, el cine clásico lo muestra simplemente como “una pasión descontrolada”, mostrando de modo atractivo la responsabilidad, el autodominio y la capacidad de sacrificio, comprensión y perdón como notas distintivas del amor auténtico. La deslealtad matrimonial, como modo de vida, olvidando los principios morales, no lleva a nada, sólo al dolor y al desmoronamiento.

En esta película, destaca también la suerte que tiene Anna de tener un ambiente adecuado que le ayuda, representado en este caso por su tio, el pastor, que sabe ayudarla a que piense lo que está haciendo manteniendo su relación con el estudiante de teología.

Es importante subrayar la comunicación que hay entre Anna y su marido, contándole su relación con el amante. Es una conversación muy dura para la mujer, porque el marido le hace ver todo el daño que le está haciendo a él y que puede hacer a sus hijos.

Y también es de resaltar que Anna  conseguirá, con su actitud de romper con el amante, el perdón de Dios.

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