lunes, 16 de diciembre de 2013

EL HOMBRE TRANQUILO


Año de producción: 1952
País: EEUU
Dirección: John Ford
Intérpretes: John Wayne, Maureen O`Hara, Barry Fitzgerald, Ward Bond, Victor Mc Lagen, Mildred Natwick, Francis Ford, Eileen Crowe
Guión: Frank S. Nugent
Música: Víctor Young
Fotografía: Winton C. Hoch

La película cuenta el regreso a tierras irlandesas del ex boxeador Sean Thornton, que desea dejar detrás su traumático pasado en Estados Unidos, y establecerse así en Inisfree, el lugar de los orígenes familiares, para vivir en paz. Enseguida se enamora de Mary Kate Danaher, con quien quiere casarse, pero las diferencias con su hermano Will por cuestiones de tierras parecen abocar al fracaso las posibilidades que tal matrimonio se celebre algún día.

Esta espléndida película nos recuerda algo elemental en un matrimonio: que un hombre no es una mujer ni una mujer es un hombre. En este sentido, el film es una mina de ideas sobre la feminidad y la masculinidad. Pero estas diferencias entre el hombre y la mujer (biológicas, anímicas, sicológicas, de comunicación), pueden unir, más que separar, al  hombre y a la mujer. Obligan a uno y al otro a salir de sí mismos, a ponerse en la piel del otro cónyuge, a interesarse por él o por ella y por sus  cosas. A la vez estas diferencias enriquecen, porque ayudan a los dos a adquirir nuevas perspectivas y visión más amplia de las cosas.

Es una película que habla también de la necesidad de la renuncia y de la comprensión. Sean Thornton llegará a comprender la necesidad de su mujer de tener su ajuar y su dote, y ella, una vez conseguido el dinero, por el que tanto ha suspirado, no vacilará en echarlo al fuego.

No hay comentarios:

Publicar un comentario