lunes, 5 de junio de 2017

TRAIN TO BUSAN-Busahaeng

Año: 2016
País:Corea del Sur
Dirección: Yeon Sang-ho
Intérpretes: Gong Yoo, Ma Dong-seok, Choi Woo-sik, Jeong Yu-mi, Kim Soo-an, Sohee
Guión: Yeon Sang-ho

Un brote viral misterioso pone a Corea en estado de emergencia. Sok-woo y su hija Soo-ahn suben al KTX, un tren rápido que une los 442 km que separan Seúl de Busan. Pero justo en el momento de su partida, una chica infectada sube a bordo y los pasajeros tendrán que luchar por sus vidas.

No voy a negar que me encantan estas películas. Pero también tiene cierto fondo. Además de su reflexión sobre la importancia de la familia, por encima de la dedicación profesional, muestra la necesidad de unirse para superar obstáculos y cómo las muestras de altruismo pueden cambiar a las personas. Sus personajes conforman un microcosmos representativo de la moderna sociedad surcoreana, como el egoísta hombre de negocios, la pareja a punto de casarse, etc.

Hay dos personajes centrales. En primer lugar la niña, necesitada de un modelo paterno, con malas notas en clase por no estar motivada debido a que su papa no le dedica tiempo. Probablemente este personaje sea lo mejor de la película. Después aparece su padre, hiperdedicado a su profesión, que descuida totalmente a su hija, a pesar de que ésta le necesita desesperadamente. Este personaje es muy interesante y va sufriendo una transformación a medida que avanza la película. De olvidarse totalmente de su hija, con el fin de salvarla, pasa a ser su única preocupación, e incluso se puede decir que da la vida por ella. Además, ese olvidarse de sí mismo le lleva a luchar para salvar a las demás personas del tren.

En cambio, para otros, este ataque de los zombis, les hace sacar lo peor de sí mismos. Es interesante ver cómo ante una situación límite, se dan tanto los héroes como los absolutamente villanos, dispuestos a dejar morir a otros con tal de salvarse ellos. Entre los primeros, está, no solo el protagonista, sino también unos de los pasajeros, cuya mujer está embarazada, y que no dudará en morir por ella. Entre los segundos, hay un hombre de negocios cuyo personaje resulta repelente.

Noto una diferencia en estas películas cuando son hechas por un director americano o incluso europeo y un director surcoreano. Esta diferencia radica en la dureza de las situaciones y en su resolución. Se podría decir que, para los primeros, lo suyo es hacer finales completamente felices. Para el segundo, el final es duro, con muerte de alguno de los protagonistas. Claro que ello hace resaltar, en este caso, el heroismo y el amor de un padre por su hija y de un hombre por su mujer.

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