lunes, 3 de diciembre de 2018

CUSTODIA COMPARTIDA-Jusqu´á la garde

Año: 2017
País: Francia
Dirección: Xavier Legrand
Intérpretes: Denis Ménochet, Léa Drucker, Thomas Gioria, Mathilde Auneveux, Saadia Bentaïeb, Mathieu Saikaly, Florence Janas, Coralie Russier.
Guión: Xavier Legrand

Los Besson se divorcian. Miriam acusa a su marido de comportamiento violento, y para proteger a su hijo pide la custodia exclusiva. Pero la juez concede la custodia compartida a ambos cónyuges. Julen acaba siendo el rehén de ambos padres y hará todo lo que esté en su poder para que  no ocurra lo peor.

Aparentemente la película, siendo un drama, porque drama es cualquier ruptura familiar, ya que no deja de ser un fracaso personal, se convierte poco a poco en una película casi de terror.

Empieza la película con los dos protagonistas delante de la juez, que resuelve que Julen, el hijo menor, esté en régimen de custodia compartida con sus padres. Aquí se nos sugiere-es la juez la que lo comenta- que la culpa de ese fracaso es de los dos cónyuges, y que no hay ninguna razón para que Julen se quede con la madre, que es lo que él prefiere. Refleja bien la película la ansiedad de ese menor, que está cambiando de domicilio periódicamente y que se  da cuenta que el padre le quiere utilizar para volver a acercarse a su madre. Sorprende, sin embargo, el enorme desprecio que tiene por su padre. Es "eso" a secas. El hijo ya ha tomado partido de antemano, aunque por lo que vendrá a continuación, su conducta hacia su padre puede tener justificación.

Pero, casi de pronto, la película pasa de ser un drama familiar a convertirse en una película de terror: un caso de violencia doméstica. El marido quiere que su mujer vuelva con él y, enloquecido, quiere matarla. Hay que reconocer que en el último tramo de la película, el director consigue una auténtica atmósfera de tensión, cuando el marido intenta irrumpir en la casa de la mujer con una escopeta en la mano. ¿Enloquece a consecuencia de la ruptura?. ¿Viene de antes?. Aparentemente de antes, porque la mujer cuenta a la juez algunos detalles violentos del marido. Pero  la juez no se lo termina de creer, porque, para ella, ambos están mintiendo.

El director nos pone en la piel del niño. Es su visión de las cosas la que vemos, más que las de sus respectivos progenitores. Percibimos su miedo y nos ponemos en su situación, especialmente en los viajes en coche con sus padres y las comidas con los abuelos paternos. También es magistral la forma en que se centra en el rostro de Josephine, la hija, cuando en la fiesta de cumpleaños interpreta "Proud Mary" con una cara de inexpresivo espanto, sabiendo y haciéndonos saber que algo está pasando ahí fuera.

La historia debió comenzar con un matrimonio que se quería y termina con un marido en la cárcel, acusado de intento de asesinato y con un hijo traumatizado por la situación de los padres. Y nos hacemos preguntas. Sin justificar la actuación del padre al final-es un intento de asesinato, puro y duro-hay preguntas que quedan sin contestar: ¿Es Antoine realmente un hombre celoso compulsivo y posesivo que ejerce presión sobre su pareja y sus hijos?. ¿Por qué el certificado médico que confirmaba la lesión de Josephine, la hija mayor, había sido firmado por la única enfermera de la escuela?. ¿Podrá ser que Miriam, la mujer, juegue a hacerse demasiado la víctima, hasta el punto de querer evitar que un padre demuestre su amor por sus hijos?. ¿Quien miente?. ¿Verdaderamente quien trata de dañar al otro mientras los hijos están en el centro de la disputa familiar?. ¿El padre está arrepentido de su supuesto comportamiento mientras duró el matrimonio y es el rechazo de la mujer lo que le lleva a esa explosión de violencia?.

La juez, a su vez, ha hecho lo que debe. La experiencia de la juez, que ha visto a multitud de parejas en una situación similar, sabe que las cosas no son tan simples, no son ni blanco ni negro, muchas veces tienen tonos grises, y a menudo los errores se comparten. La imagen que intenta dar el uno sobre el otro muchas veces es parcial, truncada, e inclusive los hijos pueden dejarse influir por el cónyuge que ataca al otro. Por ello la juez necesita su tiempo para tomar una decisión definitiva. En cualquier caso, ella puede tener muchas dudas del carácter violento del marido. Puede perfectamente pensar que es una imagen que le presenta su mujer para quedarse con los hijos. Por ello, ante la duda, decide la custodia compartida. Otra cosa será lo que venga después,pero la juez no tiene una bola de cristal para ver el futuro.

Un aviso. al principio la narración es algo lenta, a pesar de las buenas interpretaciones, de tal manera que se puede hacer algo pesada de inicio. Sin embargo, hay que tener paciencia porque poco a poco la película va avanzando a mayor velocidad, hasta coger un ritmo tan frenético que resulta imparable, especialmente la última media hora.

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