lunes, 2 de marzo de 2015

UN VIAJE DE DIEZ METROS

Año: 2014
País: EEUU
Dirección: Lasse Hallström
Intérpretes: Helen Mirren, Om Puri, Manish Dayal, Charlotte Le Bon, Rohand Chand, Juhi Chawla, Farzana Dua Elahe, Amit Shah
Argumento: Richard C. Moraiss (novela)
Guión: Steven Knight
Música: A.R. Rahman
Fotografía: Linus Sandgren

Tras morir la madre en un incendio, una familia india, los Kadam, se traslada al completo -papa con sus cinco hijos- desde Bombay, primero a Inglaterra, y luego a un pueblecito de la campiña francesa. El plan es poner en marcha un restaurante, en consonancia con el negocio que tenían en su país, y con los deseos de aprovechar el talento culinario de Hassan, el hijo segundo. Para ello compran una finca adecuada, que sólo tiene un pequeño inconveniente: se encuentra justo enfrente -tan sólo a diez metros-, de un prestigioso restaurante con una estrella Michelin, regentado por una viuda estirada, Madame Mollary, que desea crecer en estrellas. Se producirá en seguida la inevitable rivalidad, también por las costumbres culturales, bien diferentes.

Esta es una película deliciosa y emotiva, que te hace sentir bien, que te deja un buen sabor de boca. ¿Que puede ser, en algún momento, algo empalagosa?. ¡Pues qué bien!. ¿Que lo que se nos cuenta en la película se puede dar también en la vida real?. ¡Naturalmente!. Porque en la vida real, las cosas pueden y deben salir bien, más en tiempos de crisis,  puede haber  convivencia entre todas las razas y credos, se puede escoger lo mejor cuando en la vida hay que hacer elecciones, y, sobre todo, la familia tiene prioridad.

Porque esta es la historia de una familia que se quiere, con sus lógicas discusiones, con un padre un poco solo, y que es el ambiente adecuado para que uno de los hijos, Hassan, desarrolle sus mejores cualidades. Y es que la familia es el mejor sitio para convertirse en auténtica persona, donde a uno se le quiere por lo que es, y donde todos están dispuestos a sacrificarse por los demás. No solo eso: la estirada dueña del restaurante, poco a poco, se ve atraída, no sólo por el patriarca, sino también por una familia que, a pesar de sus iniciales diferencias, la va tratando con cariño y respeto.

Y la familia es el ancla que está ahí, inamovible. Hassan, triunfador en París, vuelve, sin embargo, al pueblo porque le espera su novia, pero también su familia, a quien echa desesperadamente de menos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario